El derecho a decidir

BandoleroEl gallinero político ha incrementado en su vocinglero proceder, su obsesión por el derecho a decidir.

Y lo hacen sin pudor alguno; pienso que deben tomarnos a todos los españoles por papanatas y, erre que erre, ahora han transformado su discurso, incluyendo esta cuestión en eso que todo el mundo snob ha dado en llamar las líneas rojas. Ignoro qué es esto de las líneas rojas, a no ser que, por el color, se refieran a algo patrimonio de la izquierda.

La cuestión es que, con matices, por una vez voy a darle la razón a esta panda de badulaques. Sería incongruente con mi idea de que el Estado debe proteger a ultranza los derechos a la libertad, a la vida y a la propiedad (lícitamente adquirida) de sus nacionales, con que negara el derecho a decidir de cada uno de ellos.

Pero claro, y ahí vienen los matices, ese derecho a decidir que ha de encajarse en el derecho supremo a la libertad, ha de referirse al derecho a decidir sobre aquello que, realmente, le pertenezca a cada uno; lo contrario, obviamente, sería opuesto al derecho de libertad y de propiedad de los demás y, de bendecirlo el Estado, estaría amparando una ilicitud. A no ser que, el Estado considere también que, en aras de ese derecho a decidir, las leyes han de proteger el derecho a decidir de los ladrones, pongo por caso. Porque el amigo de lo ajeno, lo único que hace es decidir hacer suyos los bienes ajenos.

En lo que se refiere a decidir acerca de la independencia, creo que hemos de considerarlo de forma semejante y, por eso, puedo admitir que cada uno de los españoles tendría que disponer libremente del derecho a decidir acerca de su independencia, de su autodeterminación. Y, ahora, vamos al caso. Si asumimos como válido para un puñado de individuos (e individuas, que diría un socialista), su derecho a separarse del resto, también habremos de admitir el derecho de los demás españoles a hacer lo mismo.

Porque ese derecho que invocan los individuos de marras, representa la obligación de hacerlo para todos los demás, tal y como plantean sus exigencias. Naturalmente, cualquier persona normal se preguntará por qué el ejercicio de ese invocado derecho de autodeterminación, ha de convertirse en una imposición para los que no lo desean.

Pero lo más chocante es que, en la configuración autodeterminante, la exigencia del derecho se independencia de esos peculiares personajes viene acompañada de la cesión a ellos de todos los territorios y propiedades a que alcance, geográficamente, la segregación.

Por un lado, habrá de preguntarse si el derecho a decidir sobre la independencia, ha de referirse, como señalaba más arriba, a las propiedades mobiliarias o inmobiliarias de cada cual, dado que la principal característica de una nación es la titularidad de una tierra, sin la cual, es difícil imaginar la existencia de un país. Si esto fuese así, antes de plantear una cuestión semejante, los promotores deberían realizar un inventario de sus propiedades que son, en definitiva, el objeto de la emancipación, y plantear sobre ello su pretensión.

Porque, no nos engañemos, amigos, lo que pretende esta partida de bandoleros es quedarse con una parte importante de terreno español sin dar un palo al agua. Quedarse con una parte de la geografía que a otros españoles anteriores a nosotros les costó su sangre el evitar que se lo quedaran otros invasores.

Con esto del buenismo, hemos ido cediendo y cediendo ante los desarrapados y, no les sorprenda a Uds. que a los delincuentes habituales se les ocurra fundar un partido, presentarse al gobierno y, habida cuenta lo numeroso de sus huestes, nos gobiernen a las víctimas. Al fin y al cabo, casi viene siendo ya de esa manera.

Por eso estoy de acuerdo con los independentistas. Pero que vayan a independizarse a cualquier país árabe de los que tanto les gustan y que se queden con aquel territorio.

Señoras y señores, nos hace falta una buena mano de limpieza pero, ¿Quién empieza…?, porque los demás, igual que Ud. esperan que se lo den cocinado.

www.juntosporespaña.es

 

Acerca de José Ignacio

Profesional libre de la consultoría de empresas, con los títulos de Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas. Además, el título de Maestro de Primera enseñanza, 4 Masters en Sistema Fiscal Español, Derecho de Familia, Derecho Penal y Auditoría de Cuentas. Letrado del Colegio de Abogados de Madrid, Administrador y Mediador Concursal, en posesión de numerosos diplomas en economía de empresas, derecho y Unión Europea.
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Una respuesta en “El derecho a decidir

  1. Jose Davila dijo:

    El derecho a la «autodeterminación»,es un derecho que está permitido en el drecho internacional.Fue aprobado por la ONU con el fin de ir acabando en el mundo con las colonias.Este derecho se permite en países que no tuvieran una constitución,es decir en paises no soberanos.En España en 1978 se aprobó la constitución donde reconoce a España como un país soberano.Ese derecho de «autodeterminación» o «derecho a decidir» que es lo mismo sólo que los catalanes le han cambiado el nombre,que pide Cataluña es un derecho ilegal según las leyes,puesto que Cataluña está dentro de un Estado soberano y además históricamente Cataluña jamás fue un Reino ni una nación.Es un invento del nacionalismo catalán como lo fue otro invento de los nacionalistas vascos llamarle a Vascongadas «Euskadi».Sólo saben inventarse mentiras para salir ellos beneficiados.Con lo cual ese «derecho a decidir» no es más que una simple pantomina de los nacionalistas catalanes.

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