¡¡¡ Que inventen ellos !!!

LDsmall¿Otro partido más…?

Miren Uds. si es mala la política que, hasta la madre, que es lo más puro que existe, cuando le añadimos política, se convierte en suegra.

Con este chascarrillo comenzaba uno de los asistentes a una tertulia política a la que me invitaron la semana pasada.

El coloquio estaba convocado por una Asociación de estudios de Madrid, cuyo nombre omito por expreso deseo de sus dirigentes, con el objeto de debatir acerca del modelo de gobierno utilizado por la práctica totalidad de los países democráticos.

Aunque conocía a algunos de los asistentes, me encontraba un tanto cohibido, dado que el objeto de mi presencia no era otro que el de argumentar acerca del nuevo modelo político que defendemos en NOSOTROS y TU y, eso, siempre me embaraza un tanto.

Después del chascarrillo y de las presentaciones, el moderador dio la palabra a uno de los contertulios quien, sin más, me espetó: Oiga, José Ignacio, y ¿por qué otro partido más?.

Evidentemente la pregunta se las trae, si tomamos en consideración que ya existen casi 4.700 partidos en España. Me di cuenta enseguida de que aquello no era una tertulia de bar y más cuando entre la treintena de asistentes se encontraban 4 ex-diputados y un ex-ministro.

Como a los toros hay que cogerlos por los cuernos, según reza un zafio proverbio, me arranqué justificando la denominación de partido político, porque es la única fórmula que recoge nuestra legislación, para el ejercicio de la actividad política, para a continuación añadir que, tal vez, habría que acuñar una nueva denominación como la de empresa política o sociedad política, y que NOSOTROS y TU no era un partido más sino que lo consideramos como la primera empresa o sociedad política que existe. Y sin esperar a que nadie me planteara una nueva interpelación acerca de la cuestión, le devolví la pregunta a mi interlocutor, con unas observaciones que, en esencia, pueden esquematizarse así:

Llamamos partidos políticos a esos grupos formados por electores (sin afiliados no hay partido), que persiguen instalar una determinada forma de vivir en la sociedad a la que pertenecen. Pero la actuación de los partidos, comporta la utilización de una serie de medios humanos y materiales, para alcanzar sus fines. Y, dado que cuanto mayores sean los medios que utilizan, mayor es la posibilidad de éxito, el primer objetivo de cualquier partido es el de conseguir la mayor cantidad de dinero posible, que le posibilite el despliegue del mayor número de armas. Y eso, probablemente, es lo que propició el que se acuñara aquel dicho : en la guerra y en el amor, todo está permitido. Y tal vez por eso la política, desde su inicio, se convirtió en una guerra.

La cuestión es que los partidos, al igual que las empresas, no son otra cosa que, en realidad, organizaciones que manejan una serie de medios y herramientas para conseguir un beneficio. Y aquí se encuentra el quid de la cuestión. Las empresas reparten su beneficio entre sus socios, mientras que el beneficio de los partidos se lo reparten unos cuantos dirigentes.

Y no podemos argüir que los partidos no tienen beneficios y que no los reparten. Para empezar, la cuenta de pérdidas y ganancias de los partidos, se estructura de manera idéntica a la de cualquier empresa mercantil. El resultado económico, no es otro que la diferencia entre los ingresos y los gastos, o dicho de otra forma, la diferencia entre el dinero que entra en el partido (por cualquier medio) y los pagos que realiza. Cuestión distinta es que tanto los cobros como los pagos, tengan la condición de lícitos y se ajusten a lo dispuesto en las leyes. Pero, a partir de aquí, dos consideraciones distinguen a las empresas de los partidos: La primera que los partidos están exentos de tributar (en general) por el Impuesto de Sociedades, y la segunda, que los partidos no pueden distribuir sus resultados positivos entre sus socios (afiliados).

Claro que, como quien hizo la ley hizo la trampa, si una empresa no quiere pagar Impuesto sobre Sociedades, lo único que tiene que hacer es pagar sueldos a sus socios que, como gasto deducible, va a permitir que el beneficio llegue a los propietarios de la empresa, sin que esta tenga que pagar impuestos directos. Y en los partidos pasa exactamente igual, basta con que los dirigentes se asignen sueldos y dotaciones para gastos diversos, con lo cual lo que se produce, efectivamente, es un reparto de beneficios. Y como, tanto las empresas como los partidos, gozan de la posibilidad de endeudarse, si la cuenta de resultados fuera negativa, o si se desea realizar una actividad expansiva, queda la posibilidad del crédito. Solo que aquí se produce una diferencia notable; las empresas, indefectiblemente, han de devolver sus créditos o responder con su patrimonio de ello, mientras que a los partidos frecuentemente se les condonan sus deudas.

Y hay otra diferencia sustancial entre los partidos y las empresas; en estas se produce un tipo de beneficio, que no figura en la cuenta de pérdidas y ganancias, que es ese sobrevalor inmaterial producido por su mayor presencia en el mercado, su prestigio, su organización.. en fin ese plus que, con el nombre de fondo de comercio, solo se recoge cuando los dueños le venden la empresa a otro. En los partidos, como no se venden, este fondo de comercio lo recogen, de forma anticipada y permanente, los dirigentes de los partidos que, comienzan adjudicándose puestos o cargos en la Administración del Estado, y terminan recibiendo otras prebendas o puestos compensatorios cuando acaban su mandato por finalización, cese o dimisión.

Lo que hace, añadí, que en realidad la actividad política, en sí, no sea muy distinta de la que realiza para el Estado, un proveedor de bienes o servicios. Así, si el Estado contrata con una empresa el mantenimiento de unas estructuras públicas, lo hace con una empresa mercantil y si los ciudadanos encargan la gestión del Estado, lo hacen con un partido político.

Y a raíz de estas exposiciones fue cuando comenzó en debate de verdad. Uno de los asistentes, me pidió que explicara cual es, entonces, el modelo de gobierno que NOSOTROS y TU propone.

Y, tal como señalé, el desarrollo orgánico del sistema que NOSOTROS y TU pretende instaurar es el siguiente:

Los ciudadanos se agrupan, como socios, en un partido político, cuyo objeto social es el de implantar en el ámbito del Estado una determinada forma de convivencia social. Y así cada ciudadano es libre de elegir su adscripción a un determinado partido o a ninguno. Los propios asociados eligen democráticamente a los dirigentes del partido y son los que, de forma soberana, deciden sobre todos los aspectos esenciales de su vida, incluso en el ideario del partido, pudiendo censurar libremente los actos de aquellos. Los dirigentes de los partidos, pueden percibir emolumentos por su gestión, a cargo del propio partido.

A raíz de lo anterior, los partidos presentan sus propuestas electorales a los electores, incluyendo el presupuesto de gastos, ingresos, inversiones, desinversiones y endeudamiento que se proponen desarrollar, en caso de ser elegidos para el gobierno. Además, las personas que vayan a desempeñar las tareas de gobierno, serán elegidas por los propios socios de los partidos, de manera democrática, y será incompatible el desempeño de cualquier tarea pública, con la de un cargo directivo del partido.

El Estado, o el Municipio, pagará a los partidos la cifra que estos hayan propuesto en su programa, como retribución de los gobernantes y de sus gastos, y serán los partidos los que retribuyan directamente a tales gobernantes y a las personas de que estas se rodeen, sin que ello incremente la compensación señalada; los elegidos para gobernar podrán utilizar para ellos la estructura funcionarial y de medios del propio Estado. En su consecuencia, los partidos podrán remover de sus cargos de gobierno en el Estado o los Municipios, a aquellos cuya gestión no resulte acorde con el programa electoral presentado por el partido que representan.

Los electores votarán a los partidos y sus programas, no a las personas que vayan a desempeñar las tareas de gobierno y los partidos serán responsables patrimoniales ante el Estado, de sus incumplimientos electorales dolosos.

Y para no hacérselo más largo a Uds., al final, después de un enmarañado debate, la conclusión a la que llegué es la de que, o esta fórmula que he planteado o que, como escribí en alguna ocasión, que cada español tenga su propio partido político y… a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga.

Si algún lector, desea más información, en www.nosotrosytu.es, puede hallarla.

Porque esto, creemos, es inventar, y no que lo hagan ellos…

José Ignacio Sánchez Rubio

 

Acerca de José Ignacio

Profesional libre de la consultoría de empresas, con los títulos de Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas. Además, el título de Maestro de Primera enseñanza, 4 Masters en Sistema Fiscal Español, Derecho de Familia, Derecho Penal y Auditoría de Cuentas. Letrado del Colegio de Abogados de Madrid, Administrador y Mediador Concursal, en posesión de numerosos diplomas en economía de empresas, derecho y Unión Europea.
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Una respuesta en “¡¡¡ Que inventen ellos !!!

  1. Jose Davila dijo:

    Muy bien descrito todo.Yo que estudié Ciencias Políticas me recuerda una obra de Max Weber periodista y filósofo alemán y uno de los padres de la Sociología.La obra a la que hago referencia es «El político y el científico»,donde Max Weber nos dice que sólo existen dos tipos de partidos políticos por un lado el partido de los científicos y por otro lado el partido de los notables.
    Es difícil definir sociólogicamente los conceptos de Weber.Si hablamos de política podemos obtener dos conceptos de lo que es la política.Por un lado la política es ideología y por otro lado la política es una ciencia.Para definirla mejor la política es la ciencia que se encarga de estudiar la administración tanto interior como exterior de un país.
    Siguiendo con el concepto de partidos que dice Weber periodista alemán del siglo XIX me olvidaba decir,habla del partido de «los científicos» al cual incluye a los periodistas pues son los auténticos demagogos,los cuales pueden ascender o descender al político según la valoración que ellos quieran darle en sus artículos.Por el otro lado el partido de «los notables».Weber llama notable a todo político que no gobierna para el pueblo pero si para engordar el dinero de sus propios bolsillos y el de sus colaboradores.
    Dicho esta valoración de Weber,es evidente que el problema que tiene NOSOTROS Y TU como nueva fuerza política es enfrentarse al partido de «los notables» muy presentes en la democracia española,pero por desgracia tienen el apoyo del partido de «los científicos».Por ejemplo Rosa Díez con UPyD.Este fue un partido que luchó contra la corrupción política y por haber atacado a la corrupción sobre todo en el «caso Bárcenas»,UPyD ha desaparecido del mapa político español.Ya apenas tiene votos.
    El camino de la política siempre es largo y muy amplio,una batalla siempre difícil de ganar.El poder ya está establecido y a pesar de los votos ¿Quién puede quitarlos del poder?.Una cuestión muy difícil para cualquier político que esté en contra del sistema actual.
    Gran verdad la que nos dice ahí Weber con el partido de «los científicos»,todo dependerá de los medios de comunicación el triunfo o el fracaso de los partidos y de los políticos.

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