He mirado y remirado en el diccionario de la RAE y en media docena mas de diccionarios, buscando la definición de “Partidocracia”, vocablo que encontramos con frecuencia en opiniones escritas y orales. Y no lo he hallado.
Me interesaba mucho saber por qué últimamente esta palabreja es de las mas abundantemente empleada en los medios de comunicación.
Todo induce a entender que el invento pretende caricaturizar el sistema político con cuyo nombre tanto se les llena la boca a los políticos: la democracia.
Democracia sí que aparece en todos los diccionarios y su significado entraña la intervención del pueblo en el gobierno.
Otro vocablo que también se encuentra en todos los diccionarios, regularmente definida como el gobierno de un país obviando la voluntad popular es la dictadura.
Por eso, no alcanzo a entender por qué, puestos a inventar, no dicen “Partitodura” en lugar de “Partidocracia”.
Y me explico; hay tantas similitudes entre esta “partidocracia” y la dictadura que me resisto a creer que haya gente que se trague esto de la democracia.
A saber:
Tanto la dictadura, como la partidocracia tiene seguidores entre la ciudadanía; al menos la de los que gobiernan y todos sus adláteres que viven merced a los favores del Estado.
Ni las dictaduras ni la partidocracia carecen de leyes, pero las existentes se dictan ad-hoc por los gobernantes y, en general, no se las aplican ellos mismos.
En ambos regímenes de gobierno existen los tres poderes del Estado: El legislativo, el ejecutivo y el judicial, pero todos ellos se eligen por parte del dictador o el partido, no por los propios ciudadanos.
El dictador, al igual que el partido, gobierna según su entender, no de acurdo con la voluntad popular.
La dictadura arenga a las masas con soflamas populistas. Es lo mismo que hacen los partidos, que prometen lo que el pueblo quiere escuchar pero luego hacen todo lo contrario.
La dictadura es única y supervive gracias a las alianzas del dictador con los poderosos, la “partidocracia” persigue el monopolio del gobierno y para ello no duda en establecer las alianzas que resulte preciso, incluso aunque resulten antinaturales.
Y, finalmente, tanto la dictadura como la “partidocracia”, buscan el bienestar y el crecimiento de ellos mismos, no el del país que gobiernan.
Por eso es por lo que me hago la pregunta del encabezamiento.
Llegados a estas alturas, créanme Uds. que si queremos salir del marasmo, no nos quedará otro camino que emprender una reforma del sistema de gobierno, que no se base en las personas, sino en la voluntad de los ciudadanos, canalizada por los partidos; pero han de ser los ciudadanos los auténticos dueños de los partidos y no meros instrumentos de los que solo hay dos cosas utilizables: su voto y su dinero. Con el primero, se da la apariencia de bondad del sistema, con el segundo se consigue, por parte de los dirigentes, el mantenimiento de la estructura en la que se apoyan y su propio enriquecimiento personal.
Y ya, metidos en estas disquisiciones, cabe preguntarse ¿Y cómo se consigue la verdadera democracia?
La solución, compleja y difícil de implementar, la tenemos en NOSOTROS y TU como declaración de principios. Si Uds. lo desean, se la diré después de la publicidad… como indican en mas de un programa de televisión.