Considero un pobre recurso, mas propio de personas insustanciales, el de legislar a base de prohibir: prohibir el tráfico…, prohibir fumar…, prohibir los toros…, prohibir los cultos católicos…, prohibir… prohibir….
En fin, parece que de lo que se trata es de resolver los problemas prohibiendo las conductas. Algo así como la norma de acabar con los ladrones cortando las manos al que roba. Y por eso, los polítiquillos han decidido recortar permanentemente las alas de todos los ciudadanos (menos las de ellos, claro).
Y limitar nuestra capacidad de enriquecimiento a base de establecer impuestos, o encarecer los existentes; o establecer prohibiciones a diestro y siniestro, con claras intenciones de recaudar por la via de las sanciones, es el camino sin retorno emprendido por los politiquillos de todos los partidos gobernantes.
Frente a esto, lo que consideramos muchos es que estos politiquillos no tienen derecho a privarnos de nuestra libertad individual. Por mucho que hayan obtenido el voto de los (cada vez menos) electores.
Está clara la validez de aquel refran que dice que el que quiera peces, tiene que mojarse el… (salva sea la parte). Y eso es lo que nos tocará hacer a esta mayoría silenciosa de gente que considera que debemos ser libres.
Hasta ahora, todos estos ciudadanos silenciosos y exasperados no teníamos un lugar de cobijo, desde el que pudieramos presentar batalla a estos politiquillos. Ahora, a partir del próximo inicio del nuevo año, ahí estará Derecha Liberal Española.
Pero el éxito no es fácil ni regalado. Tendremos que conseguirlo entre todos aquellos que, hasta ahora, hemos reducido nuestro papel a dejarnos esquilmar a mayor gloria de los politiquillos.
¿Y por qué todo esto?, Podría preguntarse cualquier biennacido: La respuesta es simple, porque somos Españoles, porque somos Liberales y porque no somos de Izquierda.